Prospectiva de un mundo en guerra. El gasto global en sistemas de armas se ha elevado un 9% en el 2023. Este dato indica que la transición hacia un mundo multipolar, no será sencilla ni pacífica. Por Ricardo Auer 07 Abr, 2024 INFOBAE. Spreadthe Argentine Relief Corps
Cuerpo Socorro Argentino
"Tcnl D José María Rojas Argerich"
El mundo ha comenzado el año 2024 sumergido en un clima de riesgos globales y su economía está siendo reanimada por la carrera armamentística. Ucrania, Palestina, Israel, el Mar de la China y el Sahel africano son sus actuales epicentros, pero pueden surgir nuevos focos (el Ártico, la Antártida, la península de Corea, Irán, entre otros). Hay quienes alientan estos conflictos como las élites que las financian y quienes las desalientan, como el Papa Francisco. En la próxima década se hablará poco de globalización, de desarrollo humano, de medio ambiente, de democracia, de pobreza. La agenda actual refiere a friendshoring, defensa de la industrialización y el empleo nacional, geopolítica de las tecnologías, uso de la energía como arma, genocidios, migraciones forzadas, autocracias “seudodemocráticas” y “democracias” formales, controladas por las élites globalistas.
El gasto global en sistemas de armas se ha elevado un 9% en el 2023, llegando a un nivel
récord de 2.000.000 millones de USD. El aumento de los gastos militares solo
podría justificarse si los países consideran que los conflictos se
multiplicarán al menos durante la próxima década. Las migraciones forzadas se
han vuelto masivas y permanentes; los países receptores están poniendo
restricciones a las mismas; esto se traducirá en nuevos y sucesivos conflictos.
El crecimiento económico durante las últimas tres décadas ha ocurrido
principalmente en Asia. En consecuencia, el porcentaje del PBI de
EEUU disminuye relativamente frente al total mundial. En 1950 era 50%; en 1960
era 40%; en 1970 era 27% y en 2023 bajó a 15%. También Europa está
decayendo. La arquitectura del mundo actual se ha vuelto claramente
multipolar, con China como potencia desafiante, pero seguida de numerosas
potencias intermedias que quieren participar activamente del juego global. Es
por ello que el poder geopolítico de los EEUU se fundamente crecientemente en
su poder militar, que se expande creando alianzas militares continentales y
ejerciendo presiones para mitigar la expansión de China. Europa deberá asumir
sus propios gastos de defensa porque la política exterior de EEUU se
concentrará en Asia Oriental en las próximas décadas.
Europa
El gasto total militar europeo es de 260.000 millones de USD (1,6% del
PBI), muy semejante al de China. Los países europeos aumentaron el
gasto militar un 32% desde el año 2014. Diez de ellos cumplieron la meta de
gastar el 2% del PIB durante 2023 (una década atrás eran sólo dos). Desde el
“Zeitenwende” o “punto de retorno” del 2022, Alemania ha comenzado a
suministrar armas a terceros países (no lo hacía desde la II GM); ahora tiene
el mayor gasto en defensa de los últimos 80 años. La UE gastó más de 100.000
millones de euros en comprar material militar: el 80% fuera de la UE, y más del
60% sólo a EEUU; es decir, la mitad de las importaciones de armas
provinieron de EEUU. Pero hacia adelante la Unión Europea aspira a adquirir
hasta el 2030, el 40% de los equipos de defensa entre sus miembros. Francia,
después de perder su mercado africano, alardea de envíar tropas a las
trincheras ucranianas, con el fin mejorar sus oportunidades de ventas. Alemania
se desindustrializa en su territorio, pero quiere mantener activas sus
industrias bélicas.
Rusia
Su gasto militar es de 86.000 millones de USD (2022), un 4,1% (2022) del
PBI, aunque lo llevaría a un 7,5% de su PIB. Luego de las
sanciones occidentales sus cadenas de suministro se han rediseñado para
asegurar muchos insumos clave. Sus fábricas de municiones, vehículos, drones y
equipos funcionan las 24 horas del día.
Lanzamisiles ruso
China
Su gasto militar es de 260.000 millones de USD, un 1,6% del PIB (2022),
muy semejante al de la Unión Europea. China aumentará su gasto militar
un 7% en 2024, con eje en la modernización de las FFAA, y con énfasis en
las tecnologías modernas. Además, extendió su presencia militar internacional
accediendo a instalaciones navales en Camboya y recientemente instaló una base
en Yibuti, ubicado en el estratégico estrecho de Bab el-Mandeb (Cuerno de
África). Sigue con su política de recuperar el control total de Taiwán, pese a
las advertencias en contrario de EEUU.
El grupo QUAD (India, Japón y Australia) tienen un
gasto de 160.000 millones de USD y los estados de Medio Oriente (Arabia
Saudita, Israel, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos) suman otro total de
130.000 millones de USD. Ambos son aliados de EEUU, aunque Arabia Saudita ha
adoptado últimamente posiciones bastante independientes.
EEUU
Su gasto militar es de 830.000 millones de USD, equivalente al 3,5% de
su PBI (2022). Pero hay que sumarle 24.000 millones USD para programas de armas
nucleares ejecutados en el Departamento de Energía y lo que gastan otras
agencias para operaciones militares y de inteligencia, obviamente secretas. El
total estaría cercano al billón (1.000.000 millones) de USD. Lo que nadie duda
es que su gasto es superior a la suma de los 12 países que le siguen y
representan un 40% del total mundial.
Este rumbo belicista nos indica que la transición hacia un mundo
multipolar no será sencilla ni pacífica. Desarrollo sustentable,
cuidar el planeta, mejorar la distribución económica, disminuir las diferencias
sociales, eliminar la pobreza, democratizar a la sociedad, no parecen ser las
actuales prioridades de las grandes potencias. Esa es la realidad, que es la
única verdad.El lobby armamentístico global, integrado por las
empresas norteamericanas (Lockheed Martin, General Dynamics, Boeing, Raytheon)
pero también por las correspondientes chinas, rusas, alemanas, francesas,
inglesas, italianas, israelíes, indias, árabes, y otras, son las claras beneficiarias
del estado de conflicto permanente y los diversos gobiernos de turno
se ven en dificultades para frenar su accionar, que probablemente incluya el uso
de mercenarios, de terroristas, o de grupos religiosos extremistas para generar
o incrementar los conflictos a escala global y para presionar o incitar a otras
naciones a hacer guerras proxy (por encargo) hacia otras.
Si bien en algunos países estas empresas eran originalmente estatales,
el mundo financiero globalizado las ha transformado en verdaderas “anónimas”,
diríamos muy anónimas. Grupos financieros concentrados como Blackrock, Vanguard
y otros, son accionistas importantes de muchas de ellas, tanto en EEUU como en
Europa; por ejemplo, son controlantes accionariamente de empresas
armamentísticas alemanas como la Rheinmetall AG. La integración económica
europea está muy atravesada por capitales financieros externos; sólo un 13% del
valor del mercado bursátil alemán pertenece a alemanes mientras el 55% son
capitales “anónimos” de origen norteamericano o inglés y hasta chino, quienes
están resolviendo que, ante la pérdida de competitividad (falta energía a
barata rusa), las empresas se trasladen a otros lares, disminuyan su producción
o caigan en bancarrota. Esta penetración accionaria permitiría explicar el
increíble suicidio des-industrializador de Europa y de Alemania en particular.
La inversión extranjera directa (IED) en Alemania disminuyó un 50% interanual
en 2022. Desde el 2019 el PIB de Alemania aumentó un miserable 0,6% en total, a
precios constantes. La momentánea falta de voluntad nacional soberana es el
resultado de la cooptación de su alta burguesía nacional, integrada al mundo de
la financiarización, que es la expansión de las ramas financieras de la
economía que perjudican el crecimiento de los sectores productivo y que expone,
en blanco y negro, la tercera derrota alemana desde inicio del siglo XX.
Toda Europa se convierte en un apéndice de la voluntad de los grupos
financieros globalizados, que la conducen desde Bruselas, por encima de las
decisiones democráticas nacionales y que además controlan los mass-media
imponiendo el relato de la “lucha por la democracia contra los autoritarismos”,
agitando el supuesto que Rusia quiere invadir Europa, aunque sólo dispongan de
un tercio de los gastos militares de aquella y sin poder controlar ni a
Ucrania. Azuzar la hostilidad hacia Rusia, en lugar de atraerla, como proponía
Kissinger, tiene como objetivo motorizar el gigantesco negocio armamentístico,
pero actúa simultáneamente como mecanismo de la subordinación estratégica de
Europa hacia EEUU. Pero la realidad no es estática y ya hay varias voces
europeas que se oponen al mantenimiento de este status quo, iniciado luego de
la II GM, con la ocupación militar norteamericana de Alemania.
Siempre EEUU y Gran Bretaña vieron como extremadamente peligroso
la gestación de un poderosos eje ruso-alemán, es decir la unidad del
hinterland euroasiático, que uniera la tecnología con los recursos
estratégicos, porque ese poder conjunto podría hacerle frente a la alianza
atlantista anglosajona.
Para favorecer una sumisa aceptación popular del “estado de guerra”, de
la pérdida del estado de bienestar, y para generar el clima de la “necesidad de
responder en forma preventiva” a los conflictos, se realizan las operaciones de
guerra cognitiva operadas por trolls y los algoritmos, sobre los mass-media y
las redes sociales, aumentando los sesgos de confirmación contra los “enemigos”.
Todo ello va creando el actual clima de odio, que favorece el negocio de las
armas. Desnudar esa sinergia entre las que alimentan el armamentismo y la
creación de grietas mediáticas es el verdadero desafío de los pueblos que
buscan su bienestar, porque, aunque todo parezca bastante controlado, siempre
surgen “agujeros negros” en toda estrategia corporativa. Las armas son vendidas
en paralelo en el mercado negro mundial, muy relacionado al narcotráfico, a
zonas fuera de control estatal manejadas por “barones de la guerra” locales,
utilizadas como tropas mercenarias en cualquier dirección. Todo ello crea
peligros riesgos a nivel mundial, difíciles de evaluar, porque siempre cabe la
posibilidad que “una chispa pueda incendiar la pradera” (Mao Zedong).
En relación con Argentina, no deberíamos dejarnos encandilar
con enfoques simplistas, con alineamientos automáticos, con soluciones
exclusivamente economicistas y con seguir alimentando los conflictos internos,
porque todos ellos terminan siempre beneficiando a terceros en contra de
nuestros propios intereses. La realidad es siempre más compleja, en la cual, la
geopolítica es un tema delicado en el largo plazo. Nuestra enorme debilidad en
todos los campos solo puede superarse encontrando, mediante el diálogo
fraterno, los caminos que conduzcan a la unidad nacional, para recrear un
proyecto nacional hoy ausente. Como otros pueblos del mundo la esperanza debe
colocarse en un destino de grandeza, de soberanía y de progreso para todos los
argentinos.
VETERANO DE LAS OPERACIONES MILITARES POR EL CANAL DE BEAGLE (1978)
"PARTICIPO EN LA GUERRA DE LA CUARTA GENERACIÓN Y AMENAZAS ASIMÉTRICAS".en la elaboración de NORMAS DE PROTECCIÓN FÍSICA DE INSTALACIONES NUCLEARES junto al OIEA, con medidas para PREVENIR, INTERCEPTAR y RESPONDER a usos ilícitos de materiales nucleares y fuentes radiactivas. ANTES DE LOS ATAQUES TERRORISTAS DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001
DESCENDIENTE DE GUERREROS Y PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y SUDAMERICANA.
MIEMBRO DE LA LEGIÓN DE PATRICIOS VOLUNTARIOS DE BUENOS AIRES
VETERANO DE LAS OPERACIONES MILITARES POR EL CANAL DE BEAGLE (1978)
"PARTICIPO EN LA GUERRA DE LA CUARTA GENERACIÓN Y AMENAZAS ASIMÉTRICAS".en la elaboración de NORMAS DE PROTECCIÓN FÍSICA DE INSTALACIONES NUCLEARES junto al OIEA, con medidas para PREVENIR, INTERCEPTAR y RESPONDER a usos ilícitos de materiales nucleares y fuentes radiactivas. ANTES DE LOS ATAQUES TERRORISTAS DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001
DESCENDIENTE DE GUERREROS Y PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y SUDAMERICANA.
MIEMBRO DE LA LEGIÓN DE PATRICIOS VOLUNTARIOS DE BUENOS AIRES
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