La protección de nuestros océanos: las técnicas nucleares en respuesta a emergencias marinas provocadas por mareas negras. Ellie McDonald, Departamento de Ciencias y Aplicaciones Nucleares del OIEA. Difunde PhD. Carlos Gustavo Lavado Roqué Lascano
Los vertidos de petróleo pueden tener efectos dominó en las comunidades
costeras vulnerables. Cuando el Perú se vio afectado por una marea negra en
2022, el OIEA prestó apoyo para analizar el vertido y vigilar su impacto a
largo plazo. (Fotografía: Municipalidad de Ventanilla)
Los ecosistemas marinos y costeros desempeñan un papel fundamental en la
salud del océano y del planeta, pero hay que mantener su delicado equilibrio.
Una de las principales amenazas para este equilibrio son los vertidos de
petróleo, que pueden tener efectos devastadores en estos ecosistemas y en las
comunidades que dependen de ellos.
Cuando los países se enfrentan a vertidos de petróleo, necesitan todas
las herramientas e información posibles como apoyo para mitigar las
repercusiones medioambientales, determinar el origen de los vertidos y evaluar
si en los alimentos de origen marino hay contaminación por sustancias tóxicas.
Los Laboratorios del OIEA para el
Medioambiente Marino, con sede en Mónaco, se sirven de técnicas
nucleares e isotópicas para ayudarlos a alcanzar estos objetivos.
“Cada marea negra es distinta y exige que nos planteemos una serie de interrogantes
únicos —afirma Philippe Bersuder, Jefe del Laboratorio de Estudios del Medio
Ambiente Marino del OIEA—. Al usar técnicas nucleares e isotópicas para medir y
rastrear con exactitud los vertidos de petróleo, dotamos a los países de las
herramientas que necesitan para mitigar los daños y evaluar el riesgo para la
salud humana”.
Los crudos petrolíferos son mezclas complejas de hidrocarburos y otras
sustancias, y varían según su origen geográfico y productor. La complejidad de
estas mezclas proporciona una “huella” identificativa que se puede utilizar
para rastrear el petróleo derramado en el medio marino hasta llegar a la fuente
de contaminación, lo cual es fundamental para la mitigación posterior al
vertido.
Cuando se produce una marea negra, los científicos del OIEA se sirven de
equipos de cromatografía de gases acoplados a espectrómetros de masas para
determinar la composición química de las muestras de petróleo. “Utilizamos
estas técnicas basadas en esas huellas identificativas para determinar el
origen del petróleo que se ha vertido y, de esta manera, los países pueden
disponer de las pruebas científicas necesarias para ayudar a identificar a las
partes responsables y formular estrategias de monitorización a largo plazo”,
declara Imma Tolosa, investigadora del OIEA. Por conducto del programa de cooperación técnica del
OIEA, los Laboratorios del OIEA para el Medioambiente Marino también crean
capacidad en países afectados por vertidos de petróleo y proporcionan a los
científicos medioambientales de dichos países equipos para realizar análisis,
así como materiales de referencia con fines de garantía de la calidad en
laboratorios.
La salud y la seguridad de los
consumidores
Una científica del OIEA utiliza un instrumento de cromatografía de gases
acoplado a un espectrómetro de masas para determinar la composición química del
crudo petrolífero. (Fotografía: E. McDonald/OIEA)
Los vertidos de petróleo también pueden amenazar la salud y la seguridad
de las personas en cuya dieta abundan los alimentos de origen marino, ya que
los contaminantes del petróleo pueden bioacumularse dentro de la cadena
alimentaria marina. Esto se explica de la siguiente manera: como los moluscos
ingieren sustancias químicas tóxicas procedentes de los vertidos de petróleo,
los peces de mayor tamaño que se alimentan de ellos pasan a acumular más
toxinas en su propio organismo. Las personas que consumen alimentos de origen marino
contaminados corren un mayor riesgo de verse expuestas a elevados niveles de
toxicidad.
El OIEA prestó asistencia recientemente a Mauricio para responder a la
emergencia provocada por el desastre del Wakashio. Cuando el
granelero encalló frente a las costas de Mauricio en 2020, más de 26 kilómetros
cuadrados se vieron afectados por el vertido de casi 1000 toneladas de
petróleo. Este vertido tuvo efectos drásticos e inmediatos en la salud del
medio marino de Mauricio y en los medios de subsistencia de las comunidades
pesqueras del país. Fue calificada como la peor catástrofe medioambiental de
cuantas han afectado a Mauricio y declarada emergencia nacional.
En respuesta, expertos del OIEA capacitaron a científicos mauricianos
para que pudieran analizar los hidrocarburos liberados por el vertido y los
dotaron de las capacidades necesarias para monitorizar el impacto a largo plazo
del accidente y la recuperación del ecosistema.
Hay otros países que también se han beneficiado del apoyo del OIEA ante
catástrofes medioambientales desatadas por mareas negras: Cuba en 2018, Sri
Lanka en 2021 y el Perú en 2022. A raíz del vertido de petróleo de 2018, y con
la colaboración del OIEA, Cuba construyó capacidad analítica y una preparación
para emergencias que actualmente emplea para evaluar eficazmente el impacto
medioambiental de una emergencia más reciente: una explosión, en una
instalación de almacenamiento de petróleo, ocurrida en Matanzas en 2022. Los
vertidos de petróleo y sus posibles ramificaciones seguirán constituyendo
amenazas para la salud de los océanos. El OIEA se ha comprometido a ayudar a
los países a hacer frente a sus secuelas, para ayudar a conservar y proteger
los ecosistemas marinos y costeros.
"PARTICIPO EN LA GUERRA DE LA CUARTA GENERACIÓN Y AMENAZAS ASIMÉTRICAS".en la elaboración de NORMAS DE PROTECCIÓN FÍSICA DE INSTALACIONES NUCLEARES junto al OIEA, con medidas para PREVENIR, INTERCEPTAR y RESPONDER a usos ilícitos de materiales nucleares y fuentes radiactivas. ANTES DE LOS ATAQUES TERRORISTAS DEL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2001
DESCENDIENTE DE GUERREROS Y PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA Y SUDAMERICANA.
MIEMBRO DE LA LEGIÓN DE PATRICIOS VOLUNTARIOS DE BUENOS AIRES
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