LEGIÓN PATRICIOS DE BUENOS AIRES, 27 de noviembre Día de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, también conocida como la Virgen de la Medalla Milagrosa
"UN GENDARME SIN DIOS NO PUEDE EXISTIR PORQUE,
DIOS Y EL GENDARME PATRULLAN DONDE NADIE SE ATREVE!"
PRIMER OFICIAL DE "COMUNICACIONES" DIPLOMADO
EN "DEFENSA NACIONAL"
DE GENDARMERÍA NACIONAL ARGENTINA
DE SER LO QUE HE QUERIDO SER " UN SOLDADO"
PRIMER JEFE DEL CENTRO
DE RASTREO ESCUCHA E INTERCEPTACIÓN
DE SEÑALES "SALTA" RED INTERNACIONAL
ANTINARCÓTICOS "LOS CAIMANES"
MIEMBRO DE LA LEGIÓN DE
PATRICIOS DE BUENOS AIRES
Legión de Patricios de Buenos Aires 2024
Legión de Patricios de Buenos Aires 2024
Presidente Julio Vicente Uriburu
Secretario Alejandro Estrugamou
Catalina Labouré vio por primera vez a la Virgen María cuando tenía 24 años.
Da acuerdo a la
Agencia Católica de Informaciones- Aci Prensa, el origen de la Virgen de la Medalla Milagrosa comienza
con Catalina Labouré, una joven francesa devota del catolicismo.
Pertenecía a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, una
sociedad apostólica femenina de Francia. Una noche del 18 de julio de 1830,
mientras se encontraba en su habitación de este culto, Catalina vio la
aparición de un niño. El infante le solicitó que se dirija a la capilla y una
vez ahí, se encontró con la figura de la Virgen María. Durante esta
experiencia, tuvieron una conversación en la que la Madre de Cristo le
dijo: “Mi niña, te voy a encomendar una misión”.
El 27 de
noviembre del mismo año, Catalina volvió a tener
una visión de la Virgen. En esta ocasión, se podía observar como la
santa se posaba de pie en la mitad de un globo terráqueo. Asimismo, sostenía
con sus manos llenas de joyas una pequeña esfera dorada, mientras miraba al
cielo. La Virgen María le explicó que lo que alzaba era la
representación del mundo y que sus accesorios eran “las gracias que están
disponibles, pero que nadie ha pedido”. Luego de un tiempo, la Madre de
Dios volvería a aparecer de esta misma manera, con una inscripción que
rodeaba su figura que decía:
“Oh, María, sin
pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti”.
De esta manera, la Virgen Madre le solicitó a Catalina que creara una medalla que pudiera reproducir lo que había contemplado, para que quienes la llevaran consigo recibieran sus gracias. Los primeros ejemplares fueron acuñados en 1832, con la aprobación de la Iglesia Católica. Inmediatamente, la Medalla Milagrosa se popularizó en Francia y luego en otros países del mundo. Catalina Labouré falleció en 1876, y en 1947 el Papa Pío XII la declaró santa
GRANDE ABRAZO PATRICIO
Lic. Julio Vicente Uriburu
Presidente
Dr. Alejandro Estrugamou
Secretario
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