Una publicación sobre la gestión del envejecimiento de las centrales nucleares resume las prácticas óptimas en esa esfera.
Miembros del Grupo de Trabajo sobre Componentes Mecánicos del Programa IGALL en una reunión celebrada en la central nuclear de Paks (Hungría) en abril de 2017. (Fotografía: R. Krivanek/OIEA)
Una nueva publicación del OIEA sobre las prácticas óptimas internacionales en materia de gestión del envejecimiento de las centrales nucleares respaldará a los explotadores en la mejora de sus procesos, ayudará a prolongar la vida útil de los reactores y contribuirá a la seguridad nuclear en todo el mundo.
Los reactores nucleares de potencia en uso hoy en día tradicionalmente se diseñaron para funcionar por 30 o 40 años. Habida cuenta de la cuantiosa inversión que supone la construcción de una nueva central, muchos explotadores y Gobiernos están buscando la forma de prolongar la vida útil de sus actuales instalaciones para su explotación a largo plazo. Esto requiere procedimientos rigurosos de gestión del envejecimiento, que están sujetos a la supervisión reglamentaria y la concesión de licencias. Para prolongar la vida de una central nuclear es preciso determinar si puede seguir funcionando en condiciones de seguridad tecnológica y física y de manera eficaz en relación con el costo después de la fecha inicial de retirada del servicio. Cuando se prolonga la vida útil de una central, las operaciones suelen continuar por otros 20 a 40 años.
La versión inicial de la publicación relativa al programa de Enseñanzas Genéricas Extraídas sobre Envejecimiento a Nivel Internacional (IGALL), que apareció como volumen Nº 82 de la Colección de Informes de Seguridad vio la luz en 2015 e incluía la experiencia adquirida en el Programa IGALL entre 2010 y 2014. La versión revisada de dicho documento (Colección de Informes de Seguridad Nº 82 (Rev. 1)), recientemente publicada, incluye la experiencia adquirida hasta 2017, y el sitio web correspondiente se actualiza anualmente.
En palabras de Greg Rzentkowski, Director de la División de Seguridad de las Instalaciones Nucleares del OIEA, “más datos y más experiencia generan un mayor número de prácticas óptimas que los explotadores de todo el mundo pueden utilizar. El Programa IGALL es eficaz para identificar programas probados de gestión del envejecimiento, análisis de envejecimiento en función del tiempo y cuadros de examen de la gestión del envejecimiento en sentido genérico y compartirlos con la comunidad nuclear”.
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