LA CULTURA DEL TRABAJO POR: Yamil Sebastián Canelo. En estas tierras, los gurises trabajan desde chicos...
En estas tierras, los gurises trabajan desde chicos...
Los gurises ayudan a sus padres y a sus abuelos en las tareas rurales, aprendiendo sobre el uso de las herramientas, sobre los fenómenos de la naturaleza, sobre el trabajo de la tierra, sobre los distintos cultivos, malezas y prácticas que favorecen la producción agrícola.
Aprenden sobre los tiempos de gestación, crecimiento y desarrollo de los animales...
Aprenden a crear las mejores condiciones para la cria y producción de materias primas y derivados...
Poco a poco van apropiándose de una cultura, que rara vez falla...
Las gurisas aprenden a oficios de antaño; esos oficios que se han ido heredando de generación en generación y que perduran más allá de todo adelanto e innovación tecnológica.
Aprenden a coser, a tejer, a bordar, a lavar,;a planchar, a limpiar, a cocinar...
Crean sus propias huertas, plantan árboles frutales, ordeñan las vacas, preparan dulces, amasan y no dejan nunca que se apague el fogón que ha de emanar aromas para siempre...
Los gurises tienden sus camas, limpian su habitación, lavan sus medias, sus calsonsillos, sus bombachas, sus alpargatas...
Los gurises desayunan, lavan su taza y se van a pastorear las ovejas para que no se meta en la chacra sembrada; a la tarde, luego de venir de la escuela "hombrean" atados de leña para el fogón...
A la tardecita juntan los huevos de las gallinas y encierran las lecheras...
¿Esta mal que los gurises ayuden a sus familias con las tareas del campo y del hogar?
No, al contrario. Saber hacer desde que uno es guri, es la mayor herencia y el mejor de los legados...
Que los gurises vean a sus padres trabajar es esperanzador.
Que los gurises vean el esfuerzo que implica cada plato de comida, cada taza de leche caliente, cada trapo con el que se visten, cada pedazo de pan recién horneado que disfrutan, es la mayor de las conquistas...
La cultura del trabajo debe ser una prioridad, aún más en sociedades pobres de recursos y de oportunidades.
La cultura del trabajo; sin olvidarse nunca de los libros, ha de llevar a los gurises siempre por el mejor camino.
La cultura del trabajo debería convocarnos a todos y a cada uno; imaginense si la mitad de una sociedad trabajase...
La cultura del trabajo debe ocupar los primeros puntos en las agendas políticas de todo el mundo: El trabajo hace bien al hombre y a las sociedades, dignifica, pone en valor a la persona, la hace protagonista; en fin, la hace libre.
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