Día Internacional contra los Ensayos Nucleares. 29 de agosto. El legado de los ensayos nucleares solo ha traído consigo destrucción. CUERPO SOCORRO ARGENTINO “Tcnl DON JOSÉ MARÍA ROJAS ARGERICH” C.S.A.
El riesgo
nuclear por el que tanto se ha luchado para erradicar a lo largo de estas
últimas décadas está hoy más latente que nunca. Tal cual declaraba Antonio
Guterres, secretario general de la ONU, "incluso durante las fases más
tensas de la Guerra Fría, las potencias nucleares redujeron significativamente
su arsenal nuclear. Había amplio consenso en contra de su utilización y la
proliferación de las armas nucleares y los ensayos nucleares. Hoy día, corremos
el riesgo de olvidar lo que aprendimos de lo que sucedió en 1945".
Desde que los ensayos nucleares empezaron
en 1945, se han ejecutado más de 2000 pruebas, dejando consecuencias
devastadoras para la humanidad.
En los primeros años de esta práctica, se
prestó poca atención a sus efectos y al peligro de las lluvias radiactivas
derivadas de los ensayos en la atmósfera.
Hoy, la historia nos ha demostrado que las
tragedias humanas y medioambientales resultantes de los ensayos nucleares
justifican la necesidad de conmemorar el Día Internacional contra los Ensayos
Nucleares, más aún teniendo en cuenta que las armas atómicas contemporáneas son
cada vez más poderosas y destructivas.
Ante esta creciente amenaza, el 2 de
diciembre de 2009, la Asamblea General aprobó por unanimidad su resolución 64/35 en
donde se declara el 29 de agosto como el Día Internacional contra los Ensayos
Nucleares. La resolución, que fue propuesta por la República de Kazajstán,
apoyada por otros países, tenía como finalidad celebrar la clausura del
polígono de ensayos nucleares de Semipalátinsk, la cual ocurrió ese mismo día
de agosto en 1991.
La primera conmemoración de este día fue
celebrada en 2010 y desde entonces, a lo largo de esa jornada y sus vísperas,
se organizan diversas actividades en todo el mundo, tales como simposios,
conferencias, exposiciones, concursos, publicaciones, ponencias, programas de
televisión y radiodifusión y otras iniciativas.
Posteriormente a este esfuerzo, en octubre
de 2013, "convencida de que el desarme nuclear y la eliminación total de
las armas nucleares constituyen la única garantía absoluta contra el empleo o
amenaza del empleo de armas nucleares", la Asamblea General en su resolución A/RES/68/32,
declaró el 26 de septiembre Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas
Nucleares, con la finalidad de fomentar iniciativas internacionales
para lograr la desaparición total del armamento nuclear.
La primera celebración de este día en
2014, junto con otras actividades e iniciativas, ha contribuido a crear un
ambiente internacional que apuesta con firmeza por alcanzar un mundo sin armas
nucleares.
En este contexto, se han visto señales
visibles de progreso en varios frentes.
Sin embargo, los desafíos persisten, ya
que el instrumento internacional que las impediría, el "Tratado de prohibición completa de los ensayos nucleares
(TPCEN)" (de 1996), desafortunadamente, no ha
entrado todavía en vigor.
Como
reconoció el Secretario General en su nuevo programa de desarme "Asegurar
nuestro futuro común", lanzado el 24 de mayo de 2018, esta normativa
contra las pruebas es un ejemplo que sirve a los objetivos de desarme y no
proliferación. Al restringir el desarrollo de nuevos tipos avanzados de armas
nucleares, el TPCEN frena la carrera de armamento. También sirve como una
poderosa barrera normativa contra Estados potenciales que podrían tratar de
desarrollar, fabricar y, posteriormente, adquirir armas nucleares en violación
de sus compromisos de no proliferación.
Debemos hacer todo el esfuerzo necesario
para garantizar la entrada en vigor por completo del tratado de prohibición de
los ensayos nucleares y preservar su aplicación a nivel internacional. En este
sentido, el Secretario General hace un llamamiento a todos los Estados para que
se comprometan a finalizar sus procesos de ratificación en una fecha próxima,
si aún no lo han hecho, para que el Tratado entre en vigor a la mayor brevedad
posible.
Las Naciones Unidas confían en que algún
día desaparezcan de la faz de la Tierra todas las armas nucleares. Mientras
tanto, es necesario celebrar el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares
y seguir trabajando por alcanzar la paz y la seguridad en todo el mundo.
Antecedentes
El 2 de diciembre de 2009, la Asamblea
General de las Naciones Unidas, en su sexagésimo cuarto período de sesiones,
declaró el 29 de agosto Día Internacional contra los Ensayos Nucleares mediante
la aprobación por unanimidad de la resolución 64/35.
En el preámbulo de la resolución se hace hincapié en que «debe hacerse todo lo
posible para poner fin a los ensayos nucleares con el fin de evitar efectos
devastadores y perjudiciales para la vida y la salud de las personas y para el
medio ambiente» y en que "la cesación de los ensayos nucleares es uno de
los medios fundamentales para lograr el objetivo de un mundo libre de armas
nucleares".
El principal mecanismo para la
erradicación de los ensayos de armas nucleares es el Tratado de prohibición
completa de los ensayos nucleares (TPCE), que fue
aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de septiembre de
1996. Hasta la fecha, 186 Estados han firmado el Tratado y 174 lo han
ratificado. Para que el tratado entre en vigor debe ser ratificado por aquellos
Estados que poseen capacidades nucleares importantes.
Si bien la comunidad internacional está de
acuerdo con que los ensayos de armas nucleares ponen en peligro la vida,
todavía existe, hasta cierto punto, entre los Estados el recelo frente a la
posibilidad de que se realicen ensayos clandestinos. También existe el temor de
que, si no se hacen ensayos, las armas nucleares dejen de ser fiables. Sin
embargo, a lo largo de los años, los progresos científicos y tecnológicos han
avanzado de manera exponencial, aumentando la capacidad de supervisar y
verificar los mecanismos de fiscalización, así como de detectar la
proliferación de armas nucleares. Estas actividades e instrumentos de
vigilancia fueron propuestos y elaborados por la Secretaría Técnica Provisional
de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los
Ensayos Nucleares (OTPCE). A pesar del estancamiento
del proceso de ratificación, una sensibilización pública cada vez mayor,
incluidas las actividades del Día Internacional contra los Ensayos Nucleares,
presiona a los Estados para que firmen el Tratado con el fin de erradicar
definitivamente estos ensayos.
La Comisión Preparatoria de la
OTPCE y los 174 países que han ratificado el tratado continúan promoviendo
la entrada en vigor del mismo. El singular sistema de vigilancia de la OTPCE,
que ya incluye más del 90% de los países signatarios, garantiza a los Estados
que ninguna explosión nuclear pasará indetectada.
Sin embargo, nada contribuiría más a
evitar una guerra nuclear o la amenaza del terrorismo nuclear que la
eliminación de los ensayos nucleares. Y es que, el final irreversible de las
explosiones nucleares es la única manera de prevenir el desarrollo futuro de
las armas nucleares.
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