Cada 1 de julio se celebra en nuestro país el Día del Historiador en conmemoración a la tarea que le encomendara el Primer Triunvirato al Deán Gregorio Funes en 1812 y que tenía como finalidad escribir la historia de la Revolución para rescatar e inmortalizar la memoria de sus protagonistas y las virtudes de los hijos de la América del Sud.
Cada 1 de julio se celebra en nuestro país el Día del Historiador en conmemoración a la tarea que le encomendara el Primer Triunvirato al Deán Gregorio Funes en 1812 y que tenía como finalidad escribir la historia de la Revolución para rescatar e inmortalizar la memoria de sus protagonistas y las virtudes de los hijos de la América del Sud. Por esta razón, en el año 2002, el Congreso de la Nación instituyó esa fecha como el “Día del Historiador” con el fin de homenajear a escritores, investigadores, profesores, comunicadores y aficionados que se dedican al estudio, difusión y análisis de los hechos del pasado.
Mariano de Vedia y Mitre, biógrafo de Funes, señaló que el deán llevaba años trabajando afanosamente en esa obra, en condiciones no siempre favorables ya que contaba con bastante edad al punto que recién en 1817 pudo completar, a los 66 años, los tres tomos de su Ensayo de la Historia Civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán, obra que se convirtió en la primera escritura “oficial” sobre el proceso revolucionario de mayo.
En la actualidad los estudios históricos han adquirido una importante relevancia tanto en el ámbito nacional como en el provincial donde la tarea de investigación en archivos y repositorios se hizo cada vez más profusa. En este sentido, no podemos dejar de nombrar en esta recordación a aquellos autores de la Historia Provincial que se constituyeron la base de toda reconstrucción histórica que se emprenda; tales como Andrés Figueroa, Alfredo Gargaro, Antenor Álvarez, Bernardo Canal Feijoó, Orestes Di Lullo, Luís Alén Lascano, Néstor Achával, Juan Rafael, Amalia Gramajo de Martínez Moreno, María Cecilia Rossi, María Mercedes Tenti, Alberto Tasso y Raúl Dárgoltz entre otros. En nombre de ellos vaya el reconocimiento a todos los noveles investigadores que han emprendido la noble tarea de historiar el pasado de la provincia y de la región.
Hoy la emergencia sanitaria provocada por la Pandemia del COVID 19 nos obligó a repensar las formas en que llevamos adelante nuestro trabajo y a ampliar los modos de vincularnos tanto en la comunidad educativa como en el entorno familiar. En este contexto, la virtualidad vino a facilitar esos nuevos modos de relacionarnos donde cada uno tuvo que canalizar sus expectativas y las del alumnado apelando a la creatividad y el compromiso.
Comprendimos que la educación no podía desarrollarse como habitualmente lo hacía y que esta condición se constituyó en un desafío en el que tendríamos que re inventar las clases, y en ese proceso seguramente también reinventarnos a nosotros y así lo hicimos. Cada uno dejando su impronta y con la firme esperanza de un pronto y feliz reencuentro.
En definitiva, nos encontramos frente a una conmoción mundial que nos obliga a reflexionar sobre el pasado y el presente, de cara a la construcción del futuro y ahí la Historia Presente vuelve a ser protagonista.
En este día de celebración vaya el saludo fraterno para todos aquellos que hicieron de la Historia una verdadera pasión.
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