El molino de Roqué fue una admirable obra de ingeniería levantada. Es un establecimiento que honrará a Córdoba, y el que asista allí va a presenciar el progreso del país en el desarrollo de la industria. ...
Pertenecer al Cuerpo Socorro Argentino "Tcnl D José María Rojas Argerich" (CSA), es coadyuvar con la Defensa Nacional, es el mantenimiento de nuestra Cultura; es Trabajo; es amor a la Patria... Es argentinidad genuina que se hereda, se cuida y transmite porque es lo más sagrado que tiene nuestro suelo...
“2021 AÑO DEL GENERAL MARTIN MIGUEL DE GÜEMES”
La molienda de harina fue una actividad intensa en la capital cordobesa, como se percibe al aproximar la lente a la segunda mitad del siglo XIX.
Por Víctor Ramés cordobers@gmail.com
La historia de la actividad molinera que dio la harina y el pan a los pobladores de esta ciudad de Córdoba es larga, rica y apasionante. La extensión de esa historia puede remontarse a la ciudad recién fundada, en que se tiene noticia de “un molino movido inmediatamente por el agua del Suquía y mediatamente por la voluntad e industria de Pedro de Soria el mozo”, según los archivos coloniales del Cabildo de Córdoba. Aquel antiguo molino harinero funcionaba en 1588, desde años atrás. Sin embargo, el presente apunte sobrevuela la época colonial y el inmediato período independiente, para aproximarse a la segunda mitad del siglo XIX.
Es interesante comenzar percibiendo el misterio de la gran tecnología molinera que se presentaba en los años 60 del siglo XIX a los ojos del público, mediante un suelto que agita ese asombro invitando a asistir a la puesta en marcha de un molino a vapor en Córdoba. Está tomado del diario El Progreso de diciembre de 1867:
“Molino a Vapor
Llamamos la atención del aviso que publicamos en otro lugar sobre este establecimiento.
Se invita a todo el que quiera presenciar el acto de poner en movimiento la maquinaria toda del vapor.
Es un establecimiento que honrará a Córdoba y el que asista allí va a presenciar el progreso del país en el desarrollo de la industria.
Felicitamos a los maquinistas y demás directores del establecimiento.”
Y así rezaba el anuncio al que hacía referencia el cronista:
“Se avisa al público que el Viernes 13 del corriente se procederá a hacer funcionar la máquina de dicho molino poniendo en movimiento todos los útiles que le corresponden, las personas que gusten presenciar este acto pueden ocurrir al establecimiento el día citado para que puedan conocer y cerciorarse del perfecto estado en que se halla toda la máquina, y la facilidad de su marcha como estuvo anteriormente, la hora fijada para esta operación es de las 4 a 5 de la tarde.”
En lo que respecta a los molinos hidráulicos de mayor envergadura que funcionaron aquellos años en la ciudad, sus propietarios fueron todos de origen francés: Adolfo Roqué, Carlos Tillard y la familia Ducasse.
El molino de Roqué fue una admirable obra de ingeniería levantada en un extenso terreno de su propiedad, situado a dos leguas al oeste de la ciudad, colindante con el río próximo a la zona del Chateau Carreras donde sus ruinas han sido exploradas por intrépidos investigadores locales. Comenzó a funcionar en 1872 y fue explotado por su propietario hasta 1878.
La familia Roqué estuvo vinculada a la industria molinera a lo largo del siglo XIX. En cronología de citas, el primer hombre de la familia asociado a un molino es el Ing don Enrique Roqué, según se menciona en un pleito en 1838 por desvío de aguas del río Primero para regadío. El mismo refería a la necesidad de poner en movimiento su molino y también el de un pariente –posiblemente su hermano- Juan Roqué, propietario del Molino de las Huérfanas, una referencia tradicional de la ciudad próxima a La Toma. En 1860, don Víctor Roqué era reconocido en el diario El Eco Libre de la Juventud como un emprendedor que acababa de instalar el primer molino de vapor, importando de Europa la enorme maquinaria. El diario relata el acto inaugural del molino en enero de 1861:
“Bendición del Molino a vapor
Ayer tuvo lugar con toda la solemnidad posible. Asistió a este acto S.S. Ilma. Y también el Sr. Gobernador quien fue el padrino de bendición.
Había bastante concurrencia y el entusiasmo de los obreros era inmenso. Un ¡bravo! Al Sr. D. Víctor Roqué empresario de dicha obra.”
*El General de la Compañía de Loyola Comandante del Cuerpo Socorro Argentino CSA, D Carlos Gustavo Lavado Roqué Lascano Ph.D, es Tataranieto del Ing Enrique Roqué. El estadio conocido como el Chateau Carreras perteneció al Ing D Emilio Roqué abuelo del nobrado Grl
La familia Roqué estuvo vinculada a la industria molinera a lo largo del siglo XIX. En cronología de citas, el primer hombre de la familia asociado a un molino es el Ing don Enrique Roqué, según se menciona en un pleito en 1838 por desvío de aguas del río Primero para regadío. El mismo refería a la necesidad de poner en movimiento su molino y también el de un pariente –posiblemente su hermano- Juan Roqué, propietario del Molino de las Huérfanas, una referencia tradicional de la ciudad próxima a La Toma. En 1860, don Víctor Roqué era reconocido en el diario El Eco Libre de la Juventud como un emprendedor que acababa de instalar el primer molino de vapor, importando de Europa la enorme maquinaria. El diario relata el acto inaugural del molino en enero de 1861:
“Bendición del Molino a vapor
Ayer tuvo lugar con toda la solemnidad posible. Asistió a este acto S.S. Ilma. Y también el Sr. Gobernador quien fue el padrino de bendición.
Había bastante concurrencia y el entusiasmo de los obreros era inmenso. Un ¡bravo! Al Sr. D. Víctor Roqué empresario de dicha obra.”
*El General de la Compañía de Loyola Comandante del Cuerpo Socorro Argentino CSA, D Carlos Gustavo Lavado Roqué Lascano Ph.D, es Tataranieto del Ing Enrique Roqué. El estadio conocido como el Chateau Carreras perteneció al Ing D Emilio Roqué abuelo del nobrado Grl
XVI LMGB - CIII CMN - XXX EGNA - XLVI EDENA
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